Éxito académico y la salud mental

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Por Victoria Stephan

Traducido al español por Claire Gruber

Todos sabemos que funcionamos mejor cuando nos sentimos mejores; físicamente o intelectualmente. Ahora, hay investigaciones que apoyan nuestros instintos naturales, con ciertos estudios correlacionando el éxito juvenil en la escuela con la salud mental positiva. ¿Pero qué quiere decir esto? ¿Qué es la salud mental positiva para los niños?

Basado en definiciones por las organizaciones principales de la salud mental, la salud mental positiva ocurre cuando un niño se sienta amado, seguro, apoyado, pertenecientes, confidente en su sentido de capaz y cuando pueda mantenerse el autocontrol y estar cómodo cuando tratan actividades y tareas nuevas. Niños con esas cualidades tienen éxito en la escuela.  

Sin embargo, muchos de los niños no tienen esos atributos. Se sienten el opuesto; no amados, inseguros, sin apoyo, sin pertenencia, faltan la confianza en sus capacidades, sin la habilidad de mantenerse el autocontrol y no están cómodos cuando tratan tareas y actividades nuevas. Esos niños luchan en la escuela y en todos los aspectos de sus vidas. Encontramos esos niños cada día en las aulas por todo el mundo. Todavía su habilidad de tener éxito en la escuela es necesaria para ellos y para nuestro mundo. Ellos necesitan ser adultos autosuficientes y los necesitamos para ser miembros contribuyentes de nuestra sociedad. ¿Qué necesitamos hacer juntos para apoyar a esos niños? ¿Qué podemos hacer para asistir a ellos en la escuela y asegurar de que llegarán a ser adultos cumplidos que contribuyen positivamente a sus comunidades?

  1. Necesitamos reconocer a cuales niños son más probables de luchar con la salud mental. Esos incluyen: a) Los niños que experimentan pérdidas en sus vidas mediante la muerte, el divorcio, mudando, o el encarcelamiento, la deportación o el despliegue de los padres, b) los niños en el cuidado de acogida o en la colocación familiar, c) los niños que experimentan un cambio notable en su vida o una enfermedad, d) los niños que luchan para obtener consistentemente las necesidades básicas (alimentación, refugio, ropa, cuidadores consistentes), e) los niños que experimentan el trauma profundo. 
  2. Necesitamos reconocer cambios “normales” que también pueden impactar la salud mental de los niños. Estos incluyen: a) Cambios anuales de las aulas y los profesores, b) cambios escolares transicionales como el cambio desde la escuela primaria a secundaria, c) cambios del distrito escolar debido a cambios familiares, d) cambios de las amistades, e) cambios a los horarios y las rutinas en el hogar y/o en la escuela. 
  3. Necesitamos educarnos en las maneras en que los niños comunican sus pérdidas, aflicciones y necesidades. Muchas veces, las conductas que los niños usan para comunicar sus necesidades son malinterpretadas por ellos que están en la posición para apoyar y asistir a los niños (padres, padres de acogida, educadores, consejeros escolares y trabajadores sociales). Esto resulta en más interacciones negativas que impactan a la salud mental de los niños. 
  4. Necesitamos construir sistemas de apoyo en nuestros hogares, escuelas y comunidades que provean una red de protección para los niños. Esa incluye: tomando el tiempo para escuchar a los niños, manteniéndonos involucrados con los niños y sus escuelas, proveyendo maneras en que los niños puedan expresar sus frustraciones, miedos y necesidades mediante conversaciones con adultos confiables, salidas emocionales o físicas, el arte, la música, los deportes, involucración con comunidades de fe, o clubs y actividades apropiadas para su edad. 
  5. Necesitamos crear un ambiente de cuidado y de bienvenida por todas nuestras comunidades donde los niños y las familias pueden sentirse pertenecientes. Eso incluye sitios locales como las escuelas, comunidades de fe, bibliotecas locales, parques y centros de recreación y agencias comunitarias. 
  6. Necesitamos apoyar a los papás en su involucración con sus niños aunque vivan en o fuera del hogar. Se subestimó por mucho tiempo el impacto que tienen las figuras paternas en las vidas y la salud mental en sus niños. Su impacto puede ser positivo o negativo depende del apoyo y educación que reciben. Las familias, escuelas y comunidades deben proveer medio para involucrar a los padres en las vidas de sus niños de una manera duradera. Los hombres necesitan comprometerse a ser un modelo positivo para sus niños desde su nacimiento hasta su adolescencia.  

Juntos podemos asegurar de que todos los niños tienen la red de protección y apoyo para mantener su salud mental positiva, permitiendo que se sientan seguros y estables para concentrarse en su éxito escolar y obtener un futuro productivo y estable. 

¿Qué hará Ud. este año para apoyar a los niños en mantener la salud mental positiva y el éxito escolar?