Redirigir el comportamiento de acoso escolar a través de los vínculos familiares

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Por Victoria Stephen

Traducido al español por Claire Gruber

Está en nuestra naturaleza humana buscar y prosperar debido a las conexiones con nuestras familias. Incluso en las situaciones familiares y de vida más desafiantes, usamos los momentos de conexiones positivas y amorosas para sostenernos. Deseamos esos lazos fuertes tanto con nuestra familia de origen como con nuestra familia ampliada. Recordamos y compartimos reuniones familiares, tradiciones e historias. A través de estas conexiones desarrollamos una idea de nosotros mismos, de quiénes somos y a dónde pertenecemos.

A veces los niños echan de menos esas conexiones. O bien no son una presencia fuerte en sus vidas o no sienten las conexiones que hay. En estas situaciones, es más probable que los niños se sientan desconectados, no queridos y aislados. Para recuperar la necesidad de sentirse conectados y de pertenecer a una familia, a menudo los niños y jóvenes tratan de crear sus propias conexiones y «familias» con amigos o jóvenes a los que pueden dirigir y controlar. Este comportamiento resultante de control, dirección y agresión a menudo se denomina «acoso» y el niño o joven que dirige estas interacciones se llama como «acosador.»

Hay una serie de intervenciones para apoyar a los niños y jóvenes que son «intimidados» por niños y jóvenes involucrados en estos comportamientos controladores y agresivos. Sin embargo, no se presta tanta atención a los niños que inician estos comportamientos. Sugerimos que estos niños y jóvenes necesitan interacciones eficaces que les ayuden a construir y reconstruir los vínculos vitales con sus familias. Hasta que no se fortalezcan esas conexiones y vínculos familiares, el sentido positivo que los niños tienen de sí mismos no se estabilizará ni crecerá. Seguirán buscando esas conexiones a través de comportamientos controladores y agresivos, animando a otros que también necesitan conexión y pertenencia a unirse a ellos.

Ofrecemos las siguientes sugerencias para ayudar a los niños y jóvenes a conectar y reconectar con sus familias de origen y familias extensas. Esto es importante tanto para los niños que viven con sus familias como para los que están «fuera de casa.»

  • Anima a los niños a recordar y compartir las interacciones familiares positivas. Con demasiada frecuencia sólo nos centramos en las interacciones negativas, especialmente si las interacciones resultan en la separación familiar.
  • Anima a los miembros de la familia a compartir tradiciones e historias familiares positivas con los niños. Esto favorece la continuidad de los vínculos familiares de generación en generación. Esto puede fomentarse en las reuniones de visita familiar, así como en otros tipos de encuentros familiares.
  • Ayuda a los niños a crear una historia familiar y un libro de relatos familiares para recoger las tradiciones y experiencias de los miembros de la familia de varias generaciones. Se puede animar a los niños para hacer entrevistas con los miembros de su familia y escribir o recordar en vídeo la entrevista.
  • Encuentra fotos del pasado y toma fotos actuales de los niños y los miembros de la familia para crear un recordatorio visual de los vínculos familiares e inculcar el sentido de pertenencia. Coloque las fotos a la vista de los niños o en soportes que puedan llevar consigo para reforzar el sentimiento de conexión y pertenencia.

Estar en una familia es sentir el poder de la pertenencia…

Esai Morales